Como
dominicana, me siento totalmente indignada ante el irrespeto mayor que se
cometió al cubrir el cadáver de Jeison Luís Comas Encarnación con nuestra
gloriosa Bandera tricolor como si en vida hubiese sido un héroe nacional. Es
una afrenta inaceptable y totalmente condenable haber hecho uso de nuestro
mayor símbolo patrio para que acompañase en su descomposición al cuerpo de un
delincuente que, dicho sea de paso, fue asesinado mientras huía de la escena
del robo que él, junto a otro individuo, cometió minutos antes de morir.
El
fenecido Comas Encarnación fue velado y enterrado como si en vida hubiese sido
un hombre de actos merecedores de reconocimientos, trabajador, honesto e
incapaz de dañar a su prójimo. Este hecho, totalmente contrario al orden
público y a las buenas costumbres, no es más que una estocada al corazón de una
sociedad que se encuentra en el ojo de una descomposición tal que aparenta ser
irreversible; es una burla garrafal a los verdaderos héroes que ha parido
nuestra patria, a todos aquellos que hemos sido víctimas (en mi caso en más de
cinco ocasiones) de la insoportable pandemia de violencia y delincuencia que
azota a nuestro país.
Es
bien conocida por las autoridades competentes la deshonrosa práctica de algunas
bandas delictivas de poner sobre el ataúd o cadáver de sus adeptos la Bandera
Nacional. Sobre ese particular, no recuerdo el primer caso de sometimientos a
la justicia de los miembros de esas bandas que realizan tan deplorable acto.
Basta con pensar en la clase de persona que ve esa práctica correcta a favor de
un malhechor. Basta lo más mínimo de sentido común para no apoyar una
irreverencia tan magna a un símbolo patrio.
Me
veo en la necesidad de recordar al Ministerio Público de la Fiscalía de la
Provincia de Santo Domingo Este, que la ley de Símbolos Patrios, de conformidad
al contenido de su artículo 18, establece una sanción consistente en una pena
de prisión de uno a tres meses y multa equivalente de treinta (30) a cincuenta
(50) salarios mínimos o ambas a la vez, contra aquellas personas que cometen
actos de irrespeto o ultraje a los símbolos patrios. Por
consiguiente, es el deber del Ministerio Público iniciar las investigaciones de
lugar y someter a la justicia a las personas que se atrevieron y se atreven a
deshonrar y despreciar nuestra Bandera Nacional.
NOTA. Agradeceré me dejes tus comentarios sobre este tema ya que me gustaría conocer tu opinión al respecto. De igual forma te pido que me ayudes a compartir este artículo si estás de acuerdo con su contenido, para que llegue hasta las autoridades competentes el reclamo de someter a las autoridades a todo aquel que irrespete nuestros símbolos patrios.
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